El valor central de esta empresa familiar está representado por el profundo respeto con el que quiere relacionarse con la tierra, la gente y el territorio en el que opera. ¡Un territorio en el que y con el que la empresa Marini mide y evoluciona desde hace 300 años!
El núcleo original se construyó para el cultivo de olivos y la producción de aceite y aún hoy, de la superficie total de unas 300 hectáreas, 130 son olivareras. Posteriormente, 35 hectáreas fueron destinadas a la producción de Clementine di Calabria, un producto líder de la agricultura regional, protegido por la marca comunitaria igp.
En 2003, Marini volvió a enriquecer la oferta centrándose en la viticultura de calidad. Se plantaron unas buenas 7 hectáreas de viñedos en suelos montañosos y arcillosos, a unos 500 m sobre el nivel del mar, y se construyó la nueva bodega. Con esta actividad, la empresa Poderi Marini vuelve a descubrir, interpretándola en clave moderna, una tradición presente en esta zona desde la antigüedad.
El surtido de vides incluye las autóctonas Aglianico y Magliocco y las internacionales Sangiovese, Cabernet Sauvignon, Merlot, para los tintos, y Chardonnay y Sauvignon para los blancos. El sistema de conducción adoptado en todos los viñedos es el cordón espoleado, la densidad de las cepas es de 5.200 cepas/ha con una producción que nunca supera los 60 q/ha.
La bodega es nueva y está equipada con modernos sistemas enológicos. Finalmente, en el viñedo y en la bodega se adopta el método de elaboración de la agricultura ecológica. Todas las opciones que dan testimonio de la constante orientación de la familia Marini a las tecnologías de vanguardia, a las producciones de calidad con un profundo respeto por la tradición y el medio ambiente. En la bodega, la empresa se vale de la experiencia de más de veinte años del enólogo Gianfranco Cordero. En línea con la orientación productiva de la empresa, las técnicas adoptadas pretenden garantizar el menor impacto en el fruto desde la recolección, rigurosamente en cajas, hasta el prensado y en todas las etapas posteriores de la elaboración del vino.
Visualmente muy intenso y sombrío, nariz amplia y multifacética, frutas pequeñas, regaliz y tabaco, entrada en boca envolvente y desarrollo articulado sobre una textura tánica densa, carnosa y aún joven.
De color amarillo pajizo pálido con reflejos verdosos, el Korone blanco tiene notas olfativas florales, frescas e intensas. Desarrollo gustativo pleno y equilibrado con un final salino agradablemente ácido. Vino blanco fácil de beber, capaz de ser agradable de inmediato pero también de expresarse...
El Basileus, de color rojo oscuro en copa, procede de las uvas Magliocco vinificadas solas. Notas olfativas articuladas sobre un registro frutal con notas de sotobosque y cuero; Aromas complejos y profundos que se expanden con el contacto del vino con el aire. La envolvente entrada en boca y el...
