Solaia Toscana IGT tiene un color rojo rubí profundo. En nariz se distingue por su complejidad y finura aromática: notas de pequeños frutos rojos, especialmente frambuesa y mora, se alternan con toques dulces de albaricoque maduro y naranja sanguina combinados con ligeros matices florales de...

Aroma intenso y agradable, de gran elegancia, tipicidad y personalidad. Vinoso y afrutado con notas de mora silvestre, grosella negra y arándano; También aparecen sutiles toques de pimienta verde. En boca es suave y seco con sabores vinosos y taninos vivos.

Nariz afrutada y vinosa con notas de frambuesa, arándano y ciruela integradas con toques de sotobosque y delicadas especias. En boca es amplio, seco y suave con sabores afrutados y varietales.

Color rubí intenso con reflejos violáceos. Nariz de gran madurez y amplitud: se suceden cereza negra, tabaco tostado, polvo de cacao y piedra de lava. El final es calibrado y largo, con retornos retroolfativos muy precisos.

Se prepara el coupage de NM y NC: mineralidad, picante en una armonía de frutos rojos son sus características gustativas.

Fue el primer Sangiovese en añejarse en barricas, el primer vino tinto moderno mezclado con variedades no tradicionales (como la cabernet) y uno de los primeros vinos tintos del Chianti que no utilizó uvas blancas. Tignanello es un hito.

Solaia Toscana IGT tiene un color rojo rubí profundo. En nariz se distingue por su complejidad y finura aromática: notas de pequeños frutos rojos, especialmente frambuesa y mora, se alternan con toques dulces de albaricoque maduro y naranja sanguina combinados con ligeros matices florales de...

Fue el primer Sangiovese en añejarse en barricas, el primer vino tinto moderno mezclado con variedades no tradicionales (como la cabernet) y uno de los primeros vinos tintos del Chianti que no utilizó uvas blancas. Tignanello es un hito.

Fue el primer Sangiovese en añejarse en barricas, el primer vino tinto moderno mezclado con variedades no tradicionales (como la cabernet) y uno de los primeros vinos tintos del Chianti que no utilizó uvas blancas. Tignanello es un hito.

La nariz huele a cereza con sutiles toques de vainilla. En boca es aterciopelado y elegante con un posgusto fresco y acogedor. Excelente como aperitivo o combinado con embutidos, aperitivos o primeros platos delicados, pescados, asados de ternera, cordero y carnes blancas. También sirva fresco.