Gibelè, la montaña de la isla de dammusi. Un blanco de uva Zibibbo, seco y fresco, con intensos aromas a jazmín, manzana verde y cidra.

Dedicado al célebre almirante inglés Horatio Nelson, que a finales del siglo XVIII utilizaba marsala para repostar su flota, considerándola una bebida con particulares efectos curativos beneficiosos.

De uvas zibibbo cultivadas en los arenosos suelos volcánicos de la isla, un delicado Moscato natural con agradables notas de melocotón amarillo, melón y cítricos.

El color amarillo intenso está atravesado por reflejos dorados. Su perfume es complejo pero delicado. Hay notas afrutadas, especialmente de pera y melocotón. En boca es bien estructurado y con sapidez persistente. Después de unos momentos en la copa, el Pinot Grigio desarrolla todo su aroma. De...

Es el vino que nos dio a conocer y que nos mantiene en vilo con cada cosecha. La decisión de apostar por la podredumbre noble nos lleva cada año a una despiadada selección de la uva y, cuando la naturaleza no es propicia, nos obliga a desistir. Un sacrificio que se ve recompensado por un vino con...

De suelos calcáreo-arcillosos, un blanco elegante, con agradables notas frutales y florales. Color: amarillo pajizo con reflejos esmeralda. Nariz: agradablemente afrutado y floral, destacan los aromas de manzana verde y cidra, acompañados de notas de flores blancas. Sabor: bastante intenso y...

Salinaro, del nombre de las salinas que se levantan a lo largo de la costa, cuyas brisas dan gran sabor a las uvas. Elaborado con uva Grillo, es un blanco fresco y equilibrado.

Un dulce recuerdo dirigido a Anita, la joven esposa de Giuseppe Garibaldi, que fue recibida en su desembarco en Sicilia en 1860 junto a los Mil con una copa de vino Marsala.

Un comerciante inglés emprendedor, Benjamin conocido como "Bip", que llegó a Sicilia en 1806, gracias a sus excepcionales habilidades empresariales, fundó un verdadero imperio económico vinculado a la producción de Marsala.

Era 1773 cuando un rico comerciante de Liverpool llamado John desembarcó por casualidad en la costa de Marsala y, añadiendo alcohol al vino local para poder llevárselo a Inglaterra, fue el primero en crear el vino Marsala.

Nes significa milagro. La isla de Pantelleria, salvaje y generosa, nos regala su néctar más preciado, un Passito con intensas notas de frutas confitadas, cítricos, eucalipto, salvia y albaricoque.